Fabiánque En la Casa Rosada aseguran que están “redoblando esfuerzos” y prometen una desaceleración; dejaron las explicaciones en manos de Massa; el impacto político en época preelectoraldio muchas facilidades en defensa.
La inflación de 7,7% en marzo, la peor cifra de la gestión de Alberto Fernández -y un número que no se veía desde hace más de veinte años- no modificó el discurso oficial. En la Casa Rosada adjudicaron la aceleración de los precios a factores externos (la guerra y la sequía), aseguraron que se está “redoblando esfuerzos” y prometieron una tendencia a la baja. Pero dejaron las explicaciones pormenorizadas en manos del Ministerio de Economía, que conduce Sergio Massa.
La encargada de enviar el mensaje del Presidente fue su portavoz, Gabriela Cerruti. “El número que vemos hoy representa el peor momento del impacto de la guerra en los precios internacionales y la peor sequía de la historia en el país. Sabemos, nos duele, nos ocupa, cómo afecta la vida cotidiana y a cada familia”, publicó la funcionaria vía Twitter. Y acotó: “Estamos redoblando esfuerzos, convencidos de que el camino es sostener el crecimiento y el orden que estamos logrando. La mayoría de los análisis nos muestran que este fue el peor momento y que comenzó una tendencia a la baja que esperamos ver reflejada próximamente”.
Luego de que se conociera el IPC, el único comentario que emitió la Casa Rosada fue el que hizo Cerruti en Twitter. Otros funcionarios cercanos a Fernández evitaron hacer manifestaciones. “Por el resto, Economía”, apuntaron en Balcarce 50.
Cerca de Massa justificaron que “la sequía y la gripe aviar sumaron 1,5% a la inflación de marzo” y que “sino el índice sería 6,2″. El ministro se encuentra en Washington y venía de una reunión con el candidato a presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, mientras el INDEC publicaba la inflación de marzo en la Argentina.